miércoles, 28 de abril de 2010

=) Un bonito comienzo

¿Cuánto tiempo tiene que pasar desde que conoces a una persona hasta que sientes que has conectado con ella? Sinceramente, nunca me he molestado en hacer ese cálculo. Dudo mucho que a nadie le enseñen a resolver ese tipo de ecuaciones en su futura carrera y, a decir verdad, considero que esta es una de esas cuestiones que perderían su magia si se les encontrase una respuesta.

Por eso, aunque no recuerdo la fecha exacta en la que empezamos a conocernos, sé que fue una noche...

Sé que a mucha gente le cuesta entender que pueda existir una gran complicidad entre gente que se comunica a través de una pantalla de ordenador ....pero la verdad que existe...y me alegro de haberla conocido... Y pronto se convertirá en un cara a cara^^.

Gracias por tu confianza Eva!

viernes, 27 de noviembre de 2009


Siempre conmigo.....

A veces entre las personas existen unas extrañas corrientes eléctricas que crean una determinada dependencia entre las personas que las poseen. Cuando dos personas cuentan con esa determinada corriente, aunque alguien o algo se interponga entre ellos nunca logrará separarles.Esa dependencia entre unos y otros, esas "corrientes" son producidas por nuestra parte irracional. Para que lo entiendas...imagina que estás unido a esa persona que quieres mediante un fuerte e irrompible hilo invisible, algo indestructible.Cuando se intenta enderezar un árbol que ha crecido torcido no se puede. Cuando se intenta separar a personas que poseen esa dependencia, hayan crecido juntas o no, se puede comprobar que tampoco se puede. Aunque pongas todo el empeño del mundo, aunque utilices todos los medios posibles, nunca podrás hacerlo.Otra incapacidad del ser humano supongo. Tengo una fuerte seguridad en que ni el mejor matemático con sus números podría hacerlo. Un químico con sus mezclas tampoco, un físico con sus fórmulas tampoco ni un gran filósofo con sus razonamientos...
Todos tenemos sueños. La única diferencia es que algunos se esfuerzan constantemente en alcanzar su destino, sin importarles los riesgos, mientras que otros renuncian a sus sueños para no perder lo que poseen.
Llega un momento en la vida en que no hay nada más que hacer; sino seguir tu propio camino. Es el tiempo de perseguir tus sueños. El tiempo de izar las velas de tus propios pensamientos.
Quizás resulte muy difícil lograr que los sueños se hagan realidad. Tal vez si tratamos de ahorrar esfuerzos, olvidaremos la razón por la que comenzamos a soñar; y al final descubriremos que el sueño ya no nos pertenece. Limitémonos a seguir los dictados del corazón, y el tiempo se hará cargo de que alcancemos nuestro destino.Recuerda: cuando estés a punto de rendirte, cuando pienses que la vida ha sido injusta contigo, recuerda quién eres. Recuerda tu sueño.
Y nunca, nunca dejes de soñar…

lunes, 9 de noviembre de 2009

Corazón

No te voy a mentir. No me has cambiado la vida, porque creo que ya la tenía cambiada justo antes de conocerte. Sin embargo, sí que la has hecho especial.

Soy afortunada; he tenido la inmensa suerte de compartirte cada noche, momentos antes de dormir, de soñar bonito. Una frase para cada día, una manera diferente de decir “buenas noches, espero que descanses”. Al fin y al cabo tu magia, reside en eso, en saber valorar los más pequeños detalles para hacerlos tan inmensos e intensos que por muchos segundos que pasen, y muchas situaciones aparentemente iguales que se sucedan, siga existiendo la posibilidad de continuar reinventándose, reinventándome, reinventándote.

Ha habido noches en las que hemos conectado a la perfección y he sonreído sólo de pensar que era gracioso saber que podíamos estar pisando la misma línea a la vez. ¿No es increíble? Ya… dime que es magia…

Hay palabras tuyas que puedo recitar con los ojos cerrados. Supongo que tiene que ver con eso de que hayas sido las últimas palabras de cada noche. En París lo dirían de otra forma; dirían, “par coeur”, y la verdad es que tienen toda la razón del mundo, porque si con algo te he sentido, ha sido con el corazón, mucho más que con la vista. Últimamente me he acostumbrado a sentir así, con los ojos cerrados y el corazón abierto. Tú tienes parte de culpa, y créeme... me encanta.

martes, 20 de octubre de 2009

Pablo Neruda

Después de leer este poema, no hay tristeza que valga. El maestro de la magia, vitamina poética en estado puro. Neruda, eres grande:

Muere lentamente (Pablo Neruda):


Muere lentamente quien se transforma en esclavo del hábito, repitiendo todos los días los mismos trayectos, quien no cambia de marca, no arriesga vestir un color nuevo y no le habla a quien no conoce.

Muere lentamente quien evita una pasión, quien prefiere el negro sobre blanco y los puntos sobre las “íes” a un remolino de emociones, justamente las que rescatan el brillo de los ojos, sonrisas de los bostezos, corazones a los tropiezos y sentimientos.

Muere lentamente quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de un sueño, quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en sí mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente, quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente, quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, no preguntando de un asunto que desconoce o no respondiendo cuando le indagan sobre algo que sabe.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar.

Solamente la ardiente paciencia hará que conquistemos una espléndida felicidad.


algunas miradas desvelan secretos que esperan poderse escapar...*