Si es queeee mucho hablar y de ná me sirve. Ahora que estoy aprendiendo a no rallarme por las cosas que creo que no deberían afectarme, tendré que hacer otras dos terapias: aprender a decir que no y no hablar más de la cuenta con quien no debería.
Porque... a ver... que "el innombrable" sea un mentiroso y yo su cómplice, pues no debería preocuparme. Allá él con sus historias. Aunque reconozco que no debería meterme .
Pero que ahora acabemos de confesionario y encima pretenda darme lecciones de moralidad... ais ais, va a ser que no, que no es la persona más adecuada. Además, porque me lo tomo a guasa, que si no pensaría que le remueven los celos, porque ¿a qué viene tanto interrogatorio? En fin, que mejor cierro la boca, que en boca cerrada no entran moscas.
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